Una Iglesia que abraza: El sueño del Papa Francisco

El Papa Francisco nos dejó un grandioso legado y desde nuestra experiencia como “Misioneros Digitales” y “Mentores de Parejas que buscan el Sacramento del Matrimonio”, nos quedamos con dos de ellos, los que nos han guiado en nuestro camino de conversión: “Iglesia en Salida” y la “Alegría del Evangelio”.

Cuando el Papa Francisco empezó a hablar de la “Iglesia en Salida”, nos dimos cuenta que no se refería únicamente a salir de las estructuras muchas veces caducas que tienen las parroquias y las diócesis, sino que la prioridad era el contacto con las personas y sus necesidades.

Es dejar atrás a una Iglesia fría que más bien se parece a un museo, para darle paso a una Iglesia profundamente humana y que camine con las ovejas. Al respecto, nos dio muchas lecciones y en reiteradas ocasiones insistía en la necesidad del discernimiento.

Francisco destacaba que discernir tal vez era agotador pero muy indispensable. En tiempos donde el individualismo es lo urgente, el Papa nos enseñó a salir al encuentro con los demás.

Nos encanta ver en muchas Parroquias una Iglesia abierta, despierta, acogedora y servicial. En Estados Unidos, la Iglesia católica es multicultural y esa realidad hace que la evangelización sea un desafío.

Por lo tanto, el legado del Papa Francisco en Estados Unidos adquiere un significado especial. Estamos viviendo una renovación parroquial con una participación activa de laicos que ayudan a los Párrocos a crear movimientos vibrantes que lleven el mensaje de Jesús a todos.

Cual mensaje? La Misericordia de Cristo, esa es la Iglesia. La casa de Dios abierta donde todos nos sintamos acogidos y acompañados. Cuando esto ocurre estamos propiciando la “Alegría del Evangelio”, porque ir al encuentro con el otro, es presentarle a Jesús.

Su primera exhortación apostólica “Evangelii Gaudium”, constituye un llamado a vivir y anunciar con muchísima fe el Evangelio. Vivir la “Alegría del Evangelio” es estar atentos a las pequeñas semillas diarias de mostaza. Un saludo amable, un buen consejo, una sonrisa, dedicar tiempo a la oración, servir a los demás sin esperar nada a cambio.

El Papa Francisco nos enseñó que evangelizar no es imponer, sino transmitir valores cristianos los cuales ayudan a transformar a otros. Nos dijo que hablar de Dios es centrarse en la esperanza y el amor.

Francisco se atrevió a desafiar la desesperanza que intenta imponer el mundo, y se convirtió en un misionero, en el Pastor que reivindicó el valor del discernimiento, el acompañamiento y saber escuchar.

Gracias Papa Francisco por enseñarnos que la fe no se transmite sólo con argumentos, sino más bien con pasión, reflejando la luz que Dios encendió en nosotros y profundamente fieles a Jesús. Gracias por ser luz para el mundo. Gracias por escucharnos y abrazarnos con alegría. Que tu buen humor siga en la Casa del Padre.!

Lorena Criollo y José Javier Carroz
Caminando como Discípulos Misioneros Digitales