La Cruz forma parte del seguimiento de Jesús

“El que no toma su cruz y me sigue detrás no es digno de mí. El que encuentre su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí, la encontrará” (Mt 10, 38-39).

Pablo para poder ser fiel a Jesús y ganarse la vida, debió perder todo lo que tenía, una carrera, la estima de la gente, sufrió persecuciones. Lo mismo sucedió con otros cristianos.

El Señor nos hace una llamada a la conversión, a entregarle nuestras vidas sin reservas; a amarle, mirándolo sólo a Él.