Jesús nos invita a aprender de él que es manso y humilde de corazón. Es el Rey de la humildad y de la mansedumbre: desciende de su condición divina y adquiere una condición humana; nace en un pesebre, no tiene donde reclinar su cabeza, muere en una cruz.
Además, sigue descendiendo por la santa Eucaristía en los altares de la tierra. Muchos problemas psicológicos en la actualidad son causados por la ausencia de humildad.
Te presentamos esta lista con 10 señales que ayudan a detectar la falta de humildad. Han sido tomadas del libro “Surco” de San Josemaría Escrivá.
1. Pensar que lo que haces o dices está mejor hecho o dicho que lo de los demás.
2. Querer salirte siempre con la tuya.
3. Disputar sin razón o —cuando la tienes— insistir con tozudez y de mala manera.
4. Dar tu parecer sin que te lo pidan, ni lo exija la caridad.
5. Despreciar el punto de vista de los demás.
6. No mirar todos tus dones y cualidades como prestados.
7. Excusarte cuando se te reprende.
8. Oír con complacencia que te alaben, o alegrarte de que hayan hablado bien de ti.
9. Dolerte de que otros sean más estimados que tú.
10. Negarte a desempeñar oficios inferiores.