1- Ora constantemente y pide la fe al Espíritu Santo.
2- Dedícale tiempo a la oración, recuerda que Dios habla en el silencio.
3- Hay que estudiar la Biblia.
4- Escuchar la palabra de Dios aumenta la fe en Cristo.
5- Participa de la eucaristía semanal debido a que es un alimento esencial para el espíritu.
6- Intégrate a algún grupo de la iglesia y acercarte a personas que compartan tu misma fe.
7- Déjate guiar por Dios.
8- Trata de renovar las promesas de los sacramentos con alegría y entusiasmo.
9- Mantente en gracia de Dios y busca siempre un motivo para alabarlo.