En la Catedral de La Asunción en Louisville, se realizó la tradicional Misa Crismal. Las tres ánforas fueron las protagonistas, primero estuvieron en la entrada de la iglesia y luego fueron llevadas al altar.
De esta manera, los santos óleos: el de los enfermos, el de los catecúmenos y el santo Crisma; fueron bendecidos en la solemne misa presidida por el arzobispo de Louisville, Shelton Fabre.
Se trató de una celebración donde el arzobispo con su presbiterio, no sólo consagró el Santo Crisma y bendijo los Santos Óleos, sino además fue una manifestación de comunión de los presbíteros con el arzobispo.
El pueblo de Dios fue testigo de la bendición y consagración de los óleos y en esta ceremonia los presbiteros renovaron sus promesas sacerdotales.
LOS SANTOS ÓLEOS Y SU USO
Los santos óleos son tres y se preparan con aceite puro de oliva y algunas otras esencias. Sirven para administrar los sacramentos:
ÓLEO DE LOS CATECÚMENOS
Sirve para ungir el pecho o espalda de las personas que se bautizan, y que es el signo de la ayuda, fuerza y protección que Dios da al bautizado para luchar contra el mal.
EL SANTO CRISMA
Es un aceite mezclado con bálsamo y sustancias aromáticas, para darle una fragancia especial. La Sagrada Escritura menciona que a los reyes y profetas se les «ungía» con un aceite perfumado, para «consagrarlos».
Cristo estuvo totalmente consagrado a Dios y ungido por el Espíritu Santo. Él fue sacerdote, profeta y rey.
ÓLEO DE LOS ENFERMOS
Se utiliza en el sacramento de la Unción de los Enfermos. Tiene su origen en la gran cantidad de ungüentos medicinales que había en la antigüedad para fortalecer o ayudar a calmar el dolor.