Señor, hoy quiero agradecerte por la vida de mi pareja (pronuncias su nombre) y por la oportunidad que nos das de estar juntos. Gracias por ese pequeño instante en el que nos conocimos, en el que nuestra mirada coincidió, en el que estrechamos por primera vez nuestras manos, y pronunciamos nuestros nombres.
Gracias por todos los recuerdos que hemos construido hasta hoy. Por las sonrisas y los besos, los abrazos y las palabras de aliento. Gracias porque desde que (el/ella) llegó a mi vida, me siento más alegre.
Permíteme amarla (o) tal y como es, amar su sencillez, sus dones, sus defectos y tropiezos. Ayúdame a amarla (o) como tú quieres que la (o) ame.
Haz que nuestro amor esté libre de egoísmos y rencores. De mentiras o engaños, de oscuridad o aburrimiento. No permitas Señor, que la rutina opaque nuestros sentimientos o que algún día su sonrisa o sus caricias ya no me parezcan suficiente.
Llena mi corazón de la dulzura de María y la paciencia de José. Enséñame a ser amoroso, bondadoso y servicial. Que (el/ella) encuentre en mí, un pedacito de tu amor.
Que en los días de sombra y frío, yo sea su cobijo. Que cuando la tristeza y la decepción lleguen a su corazón, yo esté ahí para reconfortar. Que mis ganas de amar, sean más grandes que mis ganas de abandonarlo todo.
Alimenta nuestro amor, si es esa tu voluntad e indícanos el camino que nos tienes destinado.
Amén.